EL LOCO QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO
Creo que a todos nos ha pasado que sentimos que la realidad nos esta rebasando o que nosotros ya no la estamos entendiendo como es. La pregunta que nos llegamos a hacer es: ¿Me estaré volviendo loco? o simplemente todos los demás están mal.
Este parece ser el constante tema de Martin Scorsese; en todas o casi todas sus películas el personaje principal parece actuar correctamente, desde su punto de vista los que están mal o los no le entienden son todos aquellos que le rodean y El Rey de la Comedia parece ser el epitome perfecto.
Rupert Pupkin ha decidido que será una estrella de la televisión, pero no de cualquier programa sino del más exitoso del momento y donde su héroe personal es el host y plato principal. El Rey de la Comedia trata varios temas filosóficos muy interesantes; ¿La sociedad del espectáculo se estará adueñando de la realidad?, ahora sabemos que sí y que la obsesión por esta búsqueda de los warholianos 15 minutos de fama es demasiado común casi en todos los rincones del mundo.
Otro tema es el cuestionamiento a las recetas infalibles del éxito, las cuales nos plantean que con visualizarlo claramente e insistir locamente hasta que se cumplan, nuestras metas y deseos se materializaran para hacernos eternamente felices. Libros, programas de television, documentales que tratan este tema y parece que Rupert Pupkin los conoce de memoria y esta seguro que seran verdad.
Un afinadisimo Scorsese crea un final con más preguntas que respuestas, al dejar abierta la posibilidad de que el personaje principal pudiera no estar loco y que todo su esfuerzo en verdad diera frutos, o simplemente lo que vemos al final sea parte de su alucinación.
Cualquiera que sea la interpretación, Gilles Deleuze estaría muy orgulloso de la maravillosa lectura que esta película puede tener.
