A propósito del bicentenario de la Revolución mexicana se les encargo a varios directores la elaboración de un cortometraje donde retrataran su visión sobre el tema.
Uno de ellos es Carlos Reygadas el cual creo es el mejor director mexicano de la actualidad y su premiación como Palma de Oro en el Festival de Cannes 2012 así no lo indica.
Como siempre explorando en las formas cinematográficas, logra un trabajo inquietante y hasta cierto punto perturbador de una sofisticación poco esperada para un trabajo de encargo. Tal vez es el único que al momento se pueda dar el lujo de hacer películas de este tipo.
Por mucho que me guste su estilo, creo que lo más importante es lo que los espectadores sacamos como conclusión. "Si agregas los mismos ingredientes en iguales cantidades obtienes los mismos resultados". El propio Reygadas acepta que no era su intensión pero que al final, bueno pues es México.
Les pongo como nota final una entrevista donde el propio autor explica sus motivaciones y los resultados que el observa, un ejercicio que a veces no es posible.
DE CUANDO LA VIOLENCIA Y LA INOCENCIA SE CONFUNDEN
Obra valiente y osada hasta cierto punto, "La vida breve y precoz de Sabina Rivas" del director Luis Mandoki, en la cual de una forma muy seria y directa trata uno de los temas actuales más difíciles de tocar en nuestro país, pero que en realidad es un problema universal, la migración.
Sin ningún tapujo moral ni de ningún otro tipo pone el dedo en la llaga, sin embargo lo hace con una gran delicadeza y cuidado, lo que como espectador se agradece ya que no se vuelve una obra de nota roja. La película retrata a todos los sectores de la sociedad involucrados directa o indirectamente y que son o somos responsables del horror que se ha vuelto buscar una vida mejor en otro país.
El profundo racismo, el desprecio por la mujer, la sociedad que exsite entre el estado y ciertos grupos delincuenciales y en general la desgracia de los sectores de la sociedad menos afortunados se hace evidente y nos hace reflexionar sobre el papel que todos jugamos, algunos simplemente ignorando y dandole la espalda al problema.
Los que me conocen saben que el contenido es importante para mi pero la forma es lo que más me entusiasma y de esto quiero hablarles a continuación.
Aún cuando pienso que el tema esta perfectamente bien tratado, creo que por ejemplo la dirección de actores deja mucho que desear. En ocasiones pareciera que solo repiten sus lineas y los primeros actores que participan me parece están subutilizados y no logran el registro que sus personajes requerían para que tener la contundencia necesaria.
Por otro lado se convierte en una especie de reportaje que va describiendo una serie de sucesos, fuertes si, pero que no son suficientes para sostener una línea argumental que por momentos es tan débil que se olvida. Siento que el guión es mucho más poderoso pero quedo oculto detrás de la necesidad de mostrar todo lo que urgía mostrar.
La puesta en cámara es de muy buena factura, muy bien cuidada, pero creo que es muy poco innovadora y audaz lo que en este caso se prestaba de forma maravillosa. Desde mi punto de vista esa falta de experimentación es un desperdicio de una gran oportunidad y le quita méritos, lastima.
Y por ultimo creo que el remate del final es completamente innecesario ya que no es necesario explicar nada más, solo trata de redondear una seria de explicaciones que se vienen desarrollando durante la trama.
Buena película, que es ya un referente no solo del cine mexicano sino del registro de la condición actual de un problema muy serio.
Alain Resnais logra hacer un documental en el que plasma la postura de la Nouvelle Vague (Nueva Ola francesa), mérito nada menor ya que imprime una visión filosófica, casi poética a uno de los sucesos más horrorosos de la historia, los campos de concentración de la Alemania Nazi de la Segunda Guerra Mundial.
El asesinato sistemático y organizado de personas que no cumplían con lo que el régimen Nazi creía podían tener un valor para la sociedad, enfermos mentales, ancianos, homosexuales, inmigrantes no deseados y especialmente Judíos a los que al menos la historia nos ha enseñado que fueron tratados con mucha más severidad.
A veces con un tono casi de informativo noticioso, logra un trabajo sumamente humano, en el que con pequeños detalles de la vida diaria logra acercarse mucho más humanamente a lo sucedido en los campos de concentración. Logra generar empatía y ponerse en el lugar de toda las personas que tristemente tuvieron que soportar un destino, jamas deseable para ninguna persona en ninguna circunstancia.
Lo más disfrutable, al menos desde mi punto de vista es la poca carga de dramatismo innecesario, el cual es ingrediente común en documentales que tocan el tema.
Creo que a todos nos ha pasado que sentimos que la realidad nos esta rebasando o que nosotros ya no la estamos entendiendo como es. La pregunta que nos llegamos a hacer es: ¿Me estaré volviendo loco? o simplemente todos los demás están mal.
Este parece ser el constante tema de Martin Scorsese; en todas o casi todas sus películas el personaje principal parece actuar correctamente, desde su punto de vista los que están mal o los no le entienden son todos aquellos que le rodean y El Rey de la Comedia parece ser el epitome perfecto.
Rupert Pupkin ha decidido que será una estrella de la televisión, pero no de cualquier programa sino del más exitoso del momento y donde su héroe personal es el host y plato principal. El Rey de la Comedia trata varios temas filosóficos muy interesantes; ¿La sociedad del espectáculo se estará adueñando de la realidad?, ahora sabemos que sí y que la obsesión por esta búsqueda de los warholianos 15 minutos de fama es demasiado común casi en todos los rincones del mundo.
Otro tema es el cuestionamiento a las recetas infalibles del éxito, las cuales nos plantean que con visualizarlo claramente e insistir locamente hasta que se cumplan, nuestras metas y deseos se materializaran para hacernos eternamente felices. Libros, programas de television, documentales que tratan este tema y parece que Rupert Pupkin los conoce de memoria y esta seguro que seran verdad.
Un afinadisimo Scorsese crea un final con más preguntas que respuestas, al dejar abierta la posibilidad de que el personaje principal pudiera no estar loco y que todo su esfuerzo en verdad diera frutos, o simplemente lo que vemos al final sea parte de su alucinación.
Cualquiera que sea la interpretación, Gilles Deleuze estaría muy orgulloso de la maravillosa lectura que esta película puede tener.
El increíble documental sobre la banda Blur"No Distance Left to Run" me trajo muchos recuerdos de mi adolescencia, no solo por la melancolía de escuchar su música, la cual tenia tiempo de no escuchar, si no también porque el tema es muy diferente a los que estamos acostumbrados en las películas sobre bandas.
En una especie de "visión desde el interior de la banda", cada uno de sus miembros nos van narrando como es que vivieron todas la etapas de la banda; en una narración humana, incluso como de amigos cercanos, cada uno de ellos habla sobre sus experiencias personales y sobre todo lo que sintieron cuando se conocieron, cuando formaron la banda, sus problemas y sus diversiones.
Una vez más, la voracidad de la industria del entretenimiento se hace sentir cuando ellos mismos hablan sobre la terrible presión y experiencias no muy agradables, que son infundidas a unos jovencitos de apenas 20 o 21 años, con el simple propósito de alcanzar altos niveles en los Charts y sobre todo de ventas de álbumes.
El genio musical de Graham Coxon, la espectacular capacidad interpretativa de Damon Albarn, la maravillosa sobriedad de Alex James y la perfecta complementación de Dave Rowntree aportaron a la música popular contemporánea como uno de sus máximos exponentes, es tema secundario e incluso casi desapercibido.
Incluso el abuso de drogas y alcohol que llevaron a su final a la banda también es apenas mencionado. Los Directores Will Lovelace y Dylan Southern buscan no tocar el facil camino del escandalo tan común alrededor del mundo de la música.
